En la mayoría de los casos, se trata de reflujo gastroesofágico, esto es una afección por la que los contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hacia el esófago.
Los principales síntomas son: tos, llanto excesivo, vómitos, pérdida de peso, sibilancias y problemas respiratorios...
Si su bebé tiene alguno de estos síntomas, es necesario que lo lleve al pediatra para que le asigne un tratamiento adecuado, entre los distintos tratamientos destacamos la postura del bebé al terminar de comer, es muy importante mantenerlo erguido durante una media hora, hacerle eructar después de las comidas, tener cuidado con el tamaño del pezón del biberón, y si es muy grande cambiarlo por uno más pequeño, elevar la cabeza en la cuna, etc..
El reflujo gastroesofágico es recomendable tratarlo a tiempo sino esto podría provocar estrechamiendo del esófago, irritación y neumonía.
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